Este es el artículo de La
Región en el que referencia el suceso.
Es curiosa la movilización
del gobernador civil y efectivamente se trasladó con un grupo de
médicos y dos sacerdotes al lugar de la tragedia.
Sabía este pormenor ya que
mi amigo y compañero de colegio Jesús García Tobío,
actualmente médico en la Residencia Sanitaria de Ourense,
me había indicado que su padre Antonio García Valcárcel, también médico, fue
movilizado, aquel fatídico 10 de enero de 1959, para acudir a Ribadelago y atender a los heridos. También me dijo que viniera
impresionado de la tragedia.
Sobre la noticia de La
Región solo un comentario, que la fotografía de la Presa
no es tal, la Presa de Vega de Tera era más grande, la mampostería
muy distinta y la parte que rompió era la derecha.